Por Jaume Cluet
“ET IN ARCADIA EGO”
Rennes-le-Château es en la actualidad una pequeña localidad situada en tierras occitanas del sur de Francia en el departamento del Aude, aproximadamente a unos 50 kilómetros de la ciudad de Carcassonne, conocida por su conjunto arquitectónico medieval llamado “La Cité”.
En el año 1982 apareció el famoso libro titulado El enigma sagrado de los autores británicos Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, en referencia expresa a este enclave geográfico. El revuelo que suscitó la edición del mencionado libro fue de consideraciones notables.
Básicamente, en esta publicación se planteaba una hipotética descendencia de Jesucristo y María Magdalena, la cual vino a refugiarse hasta estas tierras del Razés que, con el devenir del tiempo, podría haber enraizado con la ancestral dinastía de los míticos reyes merovingios del antiguo pueblo franco. Asimismo, el libro no repara en infinidad de enigmas que de forma continuada se entrelazan a través de movimientos o temáticas de corte ocultista como fueron la Orden del Temple, los cátaros, el Santo Grial, la Orden de Sión o la francmasonería, culminando todo ello a finales del siglo XIX con la aparición en escena del cura de Rennes-le-Château, Berenguer Saunière y su fascinante iglesia de Maria Magdalena, auspiciados en tiempos actuales por diversos artículos publicados por el escritor francés Gerard de Sède.
A través del presente artículo vamos a intentar preguntarnos por las razones que motivaron la aparición y creación del enigma de Rennes-le-Château: ¿Se refugió María Magdalena en este territorio del Razés? ¿Es cierto que Cristo tuvo descendencia? ¿Estuvo el Santo Grial oculto en esta antigua tierra de Rhedae? ¿Conocieron cátaros y templarios este misterioso enigma? ¿Fue la Orden de Sión la depositaria de tan extraordinario secreto? ¿Es verídica la leyenda del tesoro escondido en Rennes-le-Château?
UNA HISTORIA MILENARIA
Este enclave entró en los anales históricos en pleno siglo V de nuestra era, época en la cual a los visigodos, como pueblo aliado de Roma, les fueron asignados diversos territorios que abarcaban Septimania, Languedoc y Aquitania. A partir de ese momento, con la llegada de la época medieval, Rennes-le-Château pasará a ser un importante oppidum o posición fortificada.
Con anterioridad se sabe de la existencia de tribus de procedencia íbera como fueron los actacinos, así como otros pueblos de origen celta que se asentaron sobre la actual comarca del Razés y su capital Rennes-le-Château, entorno al siglo V a.C. Es muy probable que la antigua tribu celta de los rhedones, mediante la designación latinizada de Redae o Rhedae diese nombre al actual enclave. Actualmente se especula si los antiguos rhedones pudieron ser una desmembración de la tribu de los redones que se afincó en el noroeste de Francia, en la actual Bretaña francesa, cuya capital es la ciudad de Rennes o, tal vez, de incierta procedencia desde tierras belgas.
Mucho se ha discernido sobre el origen de la antigua etimologia referida a Rhedae y algunos estudiosos han señalado, bajo el epíteto redae una posible referencia al concepto de carro (¿quizás una clara referencia a la Constelación de la Osa o el Carro?), o también al todavía más interesante de una antigua deidad celta, la serpiente alada o wouivre mística conocida como Aer Reda o Her Red.
A principios de la naciente Edad Media, en el año 507 el rey franco merovingio Clovis o Clodoveo venció al caudillo visigodo Alarico II, apoderándose de Tolosa de Languedoc y empujándolo hacia tierras hispánicas. Pero el enclave estratégico de Rennes-le-Château todavía se mantuvo bajo el poder visigodo. Con el paso de los años y la posterior invasión árabe, esta plaza estratégica pasó a formar parte del dominio carolingio tras la desaparición del anterior linaje merovingio.
Carlomagno impulsó la creación de los condados del Razés y Carcasona bajo el auspicio de la vieja nobleza goda, asentada ya como linaje autóctono catalano-occitano. Fue en esa misma época cuando el conde Bera I (el conde oso;epíteto derivado del germánico bear, latinizado como bera ¿Acaso el hijo de la Constelación de la Osa?) nacido en estas tierras, que con el paso del tiempo llegará a ser el primer conde de Barcelona, promoviendo, a partir del año 801, la creación de la Abadía de la cercana localidad de Alet-les-Bains.
Cuatro siglos más tarde, el movimiento gnóstico-dualista cátaro instalará su quinto y último obispado en tierras del Razés, con el objeto de expandir su religión hacia tierras catalanas, sin olvidar ciertas encomiendas templarias repartidas dentro de dicho territorio, entre las que destaca Le Bezu.
Llegado el momento crucial de la Cruzada Albigense contra el catarismo y la toma de la ciudadela de Carcasona, las tierras del Razés sufrirán la misma suerte al pasar a formar parte del dominio cruzado y de la corona francesa. Ello provocó la decadencia del enclave de Rennes-le-Château, pero como contrapartida motivará el apogeo de la singular Abadía de Alet-les-Bains (pagus electensis, traducible como enclave privilegiado, construida sobre las ruinas de un antiguo templo romanano dedicado a Diana). Con el paso de los siglos esta Abadía se constituiyó en catedral con categoría de sede arzobispal hermanada con Narbona, siendo su época dorada la presidida por el obispo Nicolás de Pavillón, y el enigmático Santuario de Notre Dame de Marceille de Limoux.
No será hasta finales del siglo XIX cuando el viejo enclave de Rennes-le-Château despertará de un largo olvido gracias a la curiosa figura del cura Berenguer Saunière que posibilitará la eclosión del famoso enigma.
MITO Y LEYENDA
En relación al montaje urdido entorno a una posible descendencia de Cristo con Maria Magdalena, mantenida a través de un mítico linaje de los reyes merovingios en este paraje del Razés; honestamente, no hay ningún documento que pueda certificar tal superchería que en realidad, ha reportado pingües beneficios a los autores de tan monumental disparate publicado en el libro El enigma sagrado. Para que se entienda mejor; después de dos mil años los eruditos del cristianismo, todavía no se han puesto de acuerdo sobre quién fue realmente el personaje histórico que vivió en Palestina y que conocemos con el nombre de Jesús, de forma que no existe ninguna base sólida histórica para posteriores hipótesis que son pura especulación gratuita. Recordemos aquí que todo lo contrario ocurre con la figura de Buda, el príncipe hindú Siddharta Gautama, personaje religioso perfectamente identificado en términos históricos.
Por el contrario, si que puede considerarse una hipótesis factible el planteamiento referido al enigma del tesoro escondido en Rennes-le-Château posiblemente relacionado con los sucesivos asentamientos de visigodos, merovingios, cátaros y templarios. La leyenda cuenta que los visigodos pudieron esconder un tesoro real, procedente de la conquista de Roma por parte de Alarico en el año 410, tanto en Carcasona como en Rennes-le-Chàteau, que posteriormente pasaría a manos del mítico linaje de los reyes merovingios.
Asimismo el mito se acrecienta con el paradigma de otro tipo de tesoro todavía más enigmático, como fue el Santo Grial, que se dice fue custodiado por los cátaros en sus posesiones del Razés tras la caída del emblemático castillo de Montsegur y que con posterioridad, pudo pasar a manos de los templarios.
El mito y leyenda de estas tierras todavía se engrandece más cuando se relaciona la famosa obra del Louvre titulada Los Pastores de Arcadia del pintor Nicolás Poussin que ejerció su profesión en la corte del rey Francés Luis XIIIentre los años 1629 y 1639, donde se reconoce la silueta de un paisaje propio del Razés con una antigua tumba ubicada en los alrededores de la localidad de Arques que llevaba la inscripción Et in Arcadia Ego. Para determinados investigadores esotéricos, la composición pictórica de Los Pastores de la Arcadia, conlleva un rico simbolismo hermético relativo a la evolución espiritual del ser humano, cuyos arcanos mensajes harían referencia al espacio singular orográfico de Aer Reda o zodíaco de Rennes-le-Château de similares características que el zodíaco de Glastonbury de Inglaterra relacionado con el nacimiento de la leyenda arturiana y el mundo mágico celta.
La culminación del enigma toma forma definitiva a través del mensaje críptico de la pequeña iglesia de Maria Magdalena de Rennes-le-Château, decorada en el siglo XIX por el escultor Giscard bajo las directrices de Berenguer Saunière. Todo el conjunto de su variada y multicolor imaginería obedece a una intencionalidad de un doble mensaje reflejado por el culto exotérico propio del sagrado recinto religioso cristiano y otro de culto esotérico, más propio de una logia rosacruciana o masónica como se vislumbra en la entrada al recinto, presidida por un tímpano triangular decorado con significativas rosas y cruces, los cuatro ángeles guardianes y el diablo Asmodeo, las catorce estaciones del vía crucis invertidas con escenas deformadas de los relatos evangélicos, el retablo escultórico con formato circular o zodiacal con Jesucristo como punto álgido, el ajedrezado dual del suelo de la iglesia de color blanquinegro, el altar cabalístico de los siete candelabros soportado por la figura de María Magdalena en actitud de penitencia en la caverna iniciática, las emblemáticas figuras del peregrino jacobeo San Roque y su fiel perro guardián sosteniendo el discóbolo en su boca, las imágenes de Santa Germaine o San Antonio con el Libro del amor crístico donde se aposenta el Niño Jesús.
DESVELANDO EL MISTERIO
Llegados al final hay que retomar los planteamientos iniciales para intentar desvelar el misterio de Rennes-le-Château, punto mágico en la geografía sacra de la antigua Occitania y de la actual Francia. Ante todo, sólo con observar su orografía, veremos que de forma destacada sobresale la montaña llamada Bugarach, punto culminante del macizo de Les Corbières. Habitualmente se suele decir que el nombre de dicha montaña fue dado por cátaros orientales, llamados bogomilos o bougres. Averiguar su significado siempre ha resultado harto difícil. Quizás habría que plantear el posible origen de la raíz bu, propia de las antiguas lenguas indoeuropeas, que designa el arquetipo del buey o bovino sagrado como emblema solar. La desinencia arach evoca posibles connotaciones lunares.
Como curiosidad, podemos tener presente la similitud toponímica que pueda haber con la ciudad de Bukhara (epíteto procedente del iraní-sohgdiano buxarakque significa lugar afortunado), situada en Asia central y que se halla ubicada en la famosa Ruta de la Seda y que, en la actualidad es ciudad santa del Islam. Otra semejanza la hallamos en la ciudad de Pokhara en el Nepal, antesala de la cumbre sagrada del Machhapuchhare, cuya cumbre (6.993 mts.), jamás ha sido pisada por el ser humano. Otros enclaves de similar parecido etimológico y connotaciones montañosas son los llamados Pukará que en lengua quechua significan fortaleza, antiguos baluartes del altiplano andino situados en Peru, Ecuador, Chile y Argentina en base a las antiguas culturas precolombinas sudamericanas.
Otra curiosidad es que en Rennes-le-Château llegan a coincidir al mismo tiempo la Longitud (meridiano) de Paris y la Latitud (paralelo) de Santiago de Compostela, dos lugares con grandes connotaciones místicas. Por añadidura, la iglesia de Maria Magdalena forma parte de la iniciática ruta del el Camino Santiago o Ruta Jacobea en territorio francés. En realidad, el misterio de Rennes-le-Château se reafirma asimismo –en ámbitos herméticos–, por ser la otra cara o contrapartida de Paris, el primero situado en el sur occitano y el segundo situado en el norte del país galo, posiblemente conectado también con la encomienda templaria de Gisors.
Otro elemento curioso del misterio referido a Rennes-le-Château nos lo proporciona la figura del cura Henri Boudet, que vivió en la vecina localidad de Rennes-le-Bains, amigo personal del párroco Berenguer Saunière. Considerado un personaje erudito de su época, fue muy aficionado a las actividades arqueológicas. Curiosamente, destacó por llegar a ser el autor de un libro delirante titulado La vraie langue celtique et la cromleck de Rennes-les-Bains(La verdadera lengua céltica y el cromlech de Rennes-les-Bains).
El mencionado libro fue escrito en un tono inverosímil pero con un alto contenido críptico de índole geográfica, acompañado con ilustración de mapas locales de la zona que reforzaban la teoría del zodíaco de Aer Redha o woiuwre mística, ubicado en los aledaños de la comarca del Razés histórico y configurado a través de sus accidentes naturales con puntos nítidamente geográficos situados en Couiza, Esperaza, Cassaignes, Coustassa, Granés, Brenac, Quillan, Le Bezú y los inefables Rennes-le-Château y Rennes-le-Bains.
Llegados a este punto, falta averiguar la relación existente entre el mítico personaje cristiano de Maria Magdalena con Rennes-le-Château. Las claves de la respuesta nos vienen dadas por los mismos acontecimientos históricos. Cuando, en época carolingia, una primitiva iglesia fue edificada en Rennes-le-Château bajo la advocación de Maria Magadalena que en clave hermética del santoral judeo-cristiano, corresponde a la diosa Venus; en realidad la amante y penitente en busca del amor puro o del Cristo encarnado como sol central o logos solar.
Rastreando en mitología comparada es fácil adivinar cómo los nombres propios de los antiguos nobles occitanos-catalanes surgidos de los ancestrales linajes visigodos y nacidos en estas tierras de Carcasona y del Razés, conservaron la veneración por la diosa Venus germánica conocida como Frigg/Freya, y que se reflejó en los nombres de los condes Wi-fred (Guifré, mítico fundador de la nación catalana), Acfred, Unifred, Gausfred, Guiscafred, Sunifred, Onofred…
Con el paso del tiempo, todavía el recuerdo del misterio del antiguo Razés o Aer Rhedae se mantendrá vivo hasta el mismo siglo XVII, aunque de manera oculta, al promover Nicolas Pavillon, obispo de Alet-les-Bains, la hermética Sociedad del Santo Sacramento, conocida también como La cábala de los devotos, que decíase guardaba un importante secreto relacionado con el famoso cuadro del pintor Nicolas Poussin: Los pastores de Arcadia y su enigmático emblema Et in Arcadia Ego. En definitiva, dicha sociedad secreta resultaba ser la depositaria de ancestrales conocimientos detentados en la antigüedad por íberos, celtas, visigodos, merovingios, carolingios, cátaros y templarios.
ADDENDA
Longitudes y Latitudes de los enclaves del Razés y Ariège
Rennes-le-Château, Longitud (Meridiano) 2º 15’ / Latitud (Paralelo) … 42º 55’
Monte Bugarach, Longitud (Meridiano) 2º 21’ / Latitud (Paralelo) … 42º 52’
Montsegur, Longitud (Meridiano) 1º 50’ / Latitud (Paralelo) … 42º 52’
S. de Compostela, Longitud (Meridiano) 8º 33’ / Latitud (Paralelo) … 42º 52’
Finisterre, Longitud (Meridiano) 8º 40’ / Latitud (Paralelo) … 42º 52’
Paris, Longitud (Meridiano) entre 2º 15’ i 2º 25’ / Latitud (Paralelo) … 48º 51’
(Datos técnicos facilitados por Juan José Tejada).
Mediante la presente relación de medidas de Longitud (meridiano) y Latitud (paralelo) terrestres relativas a las zonas del Razés (Rennes-le-Château, Monte Bugarach) y Ariège (Montsegur) se identifica la estrecha relación mantenida con los enclaves orográficos del Finisterre y Santiago de Compostela al compartir la misma Latitud; de igual forma ocurre con la capital parisina respecto a similar Longitud. De tal forma que, en tierras del Razés confluyen extrañas coincidencias que todavía resultan serlo en grado superior cuando el antropólogo y geólogo vasco-francés Claude Dendaletche llegó a publicar, años atrás, datos científicos y técnicos afirmando que el polo de rotación de la placa tectónica de la Península Ibérica se sitúa en el espacio de la región parisina.
Al mismo tiempo,se puede constatar fácilmente como Rennes-le-Château es el punto neurálgico dónde confluyen la Latitud (paralelo) de Santiago de Compostela y la Longitud (meridiano) de Paris ¿Acaso es pura coincidencia que el Camino de Santiago sea conocido también cómo el Camino Francés? ¿Puede resultar extraño que desde tiempos remotos estos parajes del Razés fueran considerados como enclave de tesoros ocultos?
BIBLIOGRAFÍA
El enigma sagrado. Michel Baigent, Richard Leigh, Henry Lincoln. Ediciones Martínez Roca S.A. Barcelona, 1985.
El misterio de Rennes-le-Château. Gérard de Sède. Ediciones Martínez Roca, S.A. Barcelona, 1991.
Rennes Le Château: le secret dans l´art ou l´art du secret. Jean Pierre García. Editions Pégase, Villeneuve de la Raho, 2007.
Carcasona: Ciudad histórica. J. Dovetto Ediciones Apa-Poux. Albi, 1996.
L´Abbaye d´Alet. Françoise Sarret y Jean Blanc.
Archeologie du Midi Medieval. Carcassonne, 1984
Càtars i Catarisme a Catalunya. Anna M. Adroer i Tasis. Editorial Rafael Dalmau, Barcelona 1996.
Refuge of the Apocalypse (Rennes-le-Château, the Key). Elizabeth Van Buren. C.W. Daniel Company Limited. Saffron Walden, 1986.
The holy Valley and the holy Mountain. Michael Gabriel. Hurst Village Publisihing. Berkshire, 1994.
Géographie sacrée du Haut-Razés. Urbain de Larouanne. Editions Belisane. Nice, 1981.